Queridos colegas y amigos:
El análisis geomorfológico es el factor común de la discusión en casi todos los artículos publicados de los cinco números de Cuadernos de Geomorfología de Cuba. A través de él se descubren y exponenlas relaciones de interacción e interdependencia de los elementos y procesos de formación del relieve y se revela la historia de su desarrollo con indicadores que parecen invisibles si se buscan por otros caminos.
Esta quinta entrega de Cuadernos ofrece las pruebas de que a través del análisis geomorfológico integral se pueden dilucidar los episodios de la dinámica endógena y de los procesos exógenos que actuaron en el modelado de la superficie actual.
El primer trabajo en este Nº 5 está dedicado al Cáucaso oriental, al origen de los valles fluviales antecedentes y su relación con las zonas
de alineamientos morfoestructurales transregionales que cortan el potente levantamiento euroasiático y a los indicadores que los revelan
a partir de la interpretación de imágenes espaciales, de las fuentes bibliográficas y de las propias observaciones de campo de la autora.
El artículo es de importancia metodológica, ya que es el primero en establecer una conexión directa entre los valles antecedentes y las zonas de alineamientos morfoestructurales transregionales, además de caracterizar las razones de la formación de las particularidades estructurales de dichos valles.
El valor de este trabajo para el investigador cubano consiste en que en él se expone un valioso método de investigación y de exposición, aunque las grandes diferencias con el Caribe: la continentalidad y hasta la toponimia de ese lejano territorio, lo hagan parecer ajeno.
El cuidadoso análisis que hace Dolores S. Asoyan sobre los ríos antecedentes que cortan las montañas altas del Gran Cáucaso es un modelo para entrenar a los investigadores en la necesaria búsqueda y enlace de los elementos del relieve que develan las huellas de su
desarrollo geodinámico.
El trabajo sobre los valles antecedentes de la Sierra de Cubitas concierne a un ambiente geomorfológico muy diferente, en unas elevaciones bajas de horst escalonado que conservan las huellas de transfluencia de ríos y del tránsito de sedimentos que precedieron al ascenso de las alturas en el Plioceno superior, hasta que la velocidad del levantamiento tectónico del Pleistoceno excediera la capacidad de erosión los ríos y sus cursos se invirtieran.
Confiamos en que estos trabajos ayuden a los investigadores cubanos.
Gracias,
Armando H. Portela
Editor
